En
la situación actual que los ciudadanos estamos viviendo, los abuelos están siendo el sustento “logístico” y
económico de muchas familias. Son un importante recurso
tanto para los padres como para los niños. Ellos proveen cuidado a los niños,
ayuda financiera y apoyo emocional. En ocasiones se les reclama para que
provean mucho más, incluyendo el cuidado parcial o a tiempo completo y la
responsabilidad de sus nietos.
Generalmente toman
el papel de cuidadores por amor a sus nietos y a su familia. La atención de los
nietos también puede ser una necesidad: puede no haber más que extraños para
ejercer ese rol, situación que a menudo se considera una opción inaceptable
para un abuelo que elige criar a sus nietos. En estas situaciones, los
sentimientos de amor incondicional de un abuelo se combinan con un sentimiento
profundamente arraigado de responsabilidad y compromisos familiares.
A mí me gusta
llamarles “abuelos RE-padres”. “RE” por dos
motivos: primero porque vuelven a ser padres, ya que en su juventud ya lo
fueron; y segundo porque se convierten en una figura similar a los “dobles” de
las películas de cine: hacen de padres sin serlo porque ya existe alguien con
ese papel. Pero muchas veces son los que
se llevan las escenas más difíciles por un sueldo mucho menor…
Beneficios y Dificultades
Existen muchos
beneficios, tanto para los niños como para los abuelos, cuando éstos se
convierten en cuidadores substitutos de forma habitual y varias horas al día:
- Los abuelos pueden brindar a sus nietos estabilidad, predictibilidad y un modelo de rol saludable.
- También aportan al proceso paternal los beneficios de la experiencia y de la perspectiva.
- Brindar atención a los nietos ayuda a algunos cuidadores mayores a sentirse jóvenes y activos, otorgándoles un gran propósito de vida.
- Los RE-padres pueden rejuvenecer al recibir amor y compañía de parte de sus nietos.
Por otro lado, transformarse
en RE-padres de una generación a la cual no se pertenece, y que puede quedar
bastante lejos, presenta un sinnúmero de desafíos. Igual que algunos padres,
pero de una forma más intensa, pueden no sentirse actualizados respecto de las
últimas modas pasajeras, programas de TV, películas, Internet y música
juveniles. De modo similar, pueden no sentirse preparados en las materias que
se enseñan en las escuelas o sobre los nuevos métodos que se utilizan para
impartirlas. Esto les dificulta la comunicación con sus nietos, compartir las
experiencias diarias o entender su comportamiento.
Pero yendo más allá, nos
encontramos que muchos abuelos en el papel de encargados del cuidado del niño
(y también muchos padres y madres) subestiman o no están conscientes de las
cargas adicionales que su nuevo papel como ‘RE-padres' les impone a ellos. Los
abuelos a menudo asumen que su papel tiene que ser el de nutrir y recompensar a
los niños sin tener que establecerles límites.
Estoy a
favor de que los abuelos puedan cuidar de sus nietos, y más si es por
necesidades ineludibles. Pero soy de la
opinión de que se ha llegado a un punto en el que los abuelos tienen una
Responsabilidad delegada muy superior a la que les toca. Y que si esto ocurre o es necesario, no se
corresponde a la Autoridad delegada que deberían tener. Cuando son los abuelos los que se ocupan de
los niños la mayor parte del tiempo, deben participar y decidir también en la
crianza de los niños. El motivo
principal: que son ellos los que la van a llevar a cabo.
El consenso en los
estilos de crianza es básico, y más aún si tenemos a un niño o niña con algún
problema o necesidad a trabajar.
Esto puede ser un
hándicap para los abuelos y los padres, por ello os proporcionamos algunas recomendaciones:
- Decidir conjuntamente (padres y RE-padres) los horarios "extra-excolares" de los niños. Se deben pactar las actividades rutinarias teniendo en cuenta las necesidades y capacidades de los abuelos.
- Reforzar las decisiones que toman los abuelos respecto a los niños: si los padres no están de acuerdo se debe aclarar en privado, pero no desautorizarlos delante del niño.
- Lo mismo para los abuelos: no desautorizar a los padres sobre su estilo de crianza. Éste debe estar consensuado en unos mínimos, aunque después cada uno tenga sus propios métodos.
- Se tienen que asegurar momentos para que los abuelos puedan relacionarse con otras personas de su grupo de edad, ya que el aislamiento en este sentido puede llevar a la infelicidad y frustración.
- Encontrar actividades en común entre abuelos y nietos para fortalecer la relación:
- Lectura: a los niños (y no tan niños) les encanta escuchar cuentos e historias leídas en voz alta por sus abuelos.
- Actualizar los conocimientos sobre ordenadores: si no se tiene uno propio se puede acudir a la biblioteca pública, donde además es posible que se oferten cursos gratuitos para gente mayor.
- Los abuelos deben cuidar su salud, es la mejor forma de asegurar el cuidado de los nietos. Deben descansar y, si es posible, realizar alguna actividad física de forma habitual como caminar o ir a la piscina.
- Dejar a los abuelos decir NO: no siempre tienen el tiempo para hacerlo todo. También tienen que establecer prioridades y eliminar las cosas que no son necesarias.
En una próxima entrada en el Blog hablaré sobre los abuelos que, por falta de los padres por enfermedad o muerte, asumen la crianza completa o casi-completa de los nietos convirtiéndose en padres.
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